Un avión comercial y un helicóptero militar han chocado en las inmediaciones del aeropuerto Ronald Reagan, el más cercano a Washington D.C. (Estados Unidos). En el avión procedente de Wichita (Kansas) viajaban 67 personas, mientras que en el helicóptero volaban tres oficiales.
En torno a las 20:48 hora local (las 2:48 horas en España) se ha producido la colisión. El vuelo comercial se encontraba en fase de descenso y se esperaba que tomara tierra sobre las 21:00 horas, mientras que el helicóptero estaba desarrollando un vuelo de evaluación nocturna.
Las autoridades, después de llevar a cabo las labores de recate, han confirmado que no había posibilidades de encontrar supervivientes. Hay que destacar que el choque se produjo en las inmediaciones del río Potomac, que a esas horas tenía una temperatura de dos grados bajo cero.
¿Hubo comunicación con la torre de control?
La comunicación por radio entre la torre de control y el helicóptero existió. En concreto, el aeropuerto Ronald Reagan ha desvelado una conversación que se produjo 30 segundos antes del accidente en la que el piloto del avión informaba de que tenía contacto visual con el avión en los instantes previos. La conversación fue así:
- Controlador: PAT2-5, ¿tienes el CRJ a la vista?
- Controlador: PAT 2-5, pasa detrás del CRJ
- Piloto: PAT 2-5 tiene el avión a la vista, solicita separación visual
13 segundos después se produjo el fatal accidente.
Un aviso sonoro podría estar tras el accidente
Los aviones tienen dos formas de aproximarse a un aeropuerto: guiados desde la torre de control o por aproximación visual, algo que en Estados Unidos es muy común. Estas aproximaciones tienen un nombre: TCAS. Es un aviso sonoro que aparece cuando otra nave se encuentra muy cerca. Sin embargo, cuando el avión se encuentra cerca del aeropuerto y está a menos de 300 metros de altitud, este aviso se desconecta.
Esto se debe a que cuando están cerca del aeropuerto, a los aviones les llegan avisos constantes de colisiones que en realidad no son tal, por lo tanto se desconectan para no distraer a los pilotos. Sin embargo, en este caso puede haber sido la causa de la colisión, ya que al no tenerlo activado, el piloto no se habría percatado de la presencia tan cercana del helicóptero.
El avión en el momento se encontraba a una altura de 91 metros según los últimos datos de posición, mientras que el helicóptero se situaría a unos 122 metros, aunque los datos de posición son más limitados porque no es una aeronave de comercial.
El helicóptero, por extraño que parezca, estaba acostumbrado a hacer esas rutas, que era de evaluación nocturna y muy transitada. De hecho, es habitual que estos helicópteros militares vuelen cerca de aviones comerciales que aterrizan o despegan de este aeropuerto. "Es un corredor donde se permite que los helicópteros vuelen a baja altura", ha explicado el exinvestigador de accidentes de la Administración Federal de Aviación (FAA) Jeff Guzzetti.
Los expertos han informado de que el aeropuerto Ronald Reagan es "un espacio extremadamente compacto con un alto volumen de tráfico" y desde hace años los controladores aéreos han informado sobre problemas relacionados con la saturación el espacio aéreo.
Trump culpa a Biden y Obama y cree que podría haberse evitado
El presidente de Estados Unidos publicó, en su red social Truth que el accidente podría haberse evitado. "Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. ¡No es bueno!" Horas después ha hablado en una rueda de prensa desde la Casa Blanca en la que ha culpado directamente a las administraciones de Barack Obama y Joe Biden por contratar "trabajadores que padecen discapacidades intelectuales severas".
Trump considera que los controladores aéreos deben ser personas "con el mayor intelecto y de mentalidad superior" y que las políticas de sus antecesores basadas en la diversidad han provocado esta situación. Según el presidente estadounidense, Biden ha rebajado los requisitos para acceder a estos puestos "a unos niveles más bajos que nunca".
Las causas no se sabrán hasta dentro de 30 días
Por su parte, los investigadores que buscan esclarecer las causas de lo ocurrido han informado que esperan tener dentro de 30 días las conclusiones preliminares sobre lo ocurrido. Todavía no han recuperado las cajas negras, por lo que seguirán en la zona "el tiempo que sea necesario", ha comunicado Todd Inman, uno de los miembros del equipo.
"Nuestra intención es tener un informe preliminar dentro de 30 días. El informe final se emitirá una vez que hayamos completado toda nuestra investigación y determinación de hechos", ha añadido.
El objetivo del equipo de investigación es comprender "no solo qué sucedió sino por qué" y hacer cambios para que no vuelva a suceder.
La directora de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, ha afirmado que los investigadores deben "verificar" la información, al tiempo que ha pedido no "especular" sobre las causas del accidente.