La grabación proviene de una cámara de seguridad de la prisión y muestra cómo los agentes emplean métodos desproporcionados contra el joven Jordan Norris.
Norris había sido detenido por vender drogas y por tenencia ilegal de armas. De acuerdo a las declaraciones del sherif, el joven tiene una larga lista de antecedentes criminales y ha amenazado a oficiales en varias ocasiones.
Según informa el sherif, los agentes tomaron la decisión de inmovilizarle y torturarle porque les había amenazado de muerte y lo ataron a una silla "por su seguridad y la de los demás", puesto que planeaban trasladarle a un centro de salud mental para evaluarle.
También explicó que le taparon la boca porque el joven les escupió en repetidas ocasiones y porque tenía la intención de morderles. Dijo que la extrema medida se tomó unos minutos después de haber intentado en vano apaciguar a Norris.
El joven tuvo que ser trasladado al hospital unas horas más tarde con una gran cantidad de quemaduras por todo el cuerpo.
Norris ha demandado a los funcionarios por someterle a este tipo de tortura que, según la demanda judicial, ha calificado de "sádica, maliciosa e irrazonable".