El inspector jefe adjunto del cuerpo policial de la localidad inglesa de Wiltshire, Paul Mills, informó en una comparecencia pública de que "no está claro" que se haya cometido "un delito", aunque matizó que los agentes mantienen "la mente abierta" en la investigación sobre lo ocurrido.
El comité de emergencia Cobra, formado por los principales ministros y por representantes de las fuerzas de seguridad del Reino Unido, se reunió este miércoles para abordar el caso. Un portavoz del Gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, afirmó que el incidente, ocurrido a apenas trece kilómetros de Salisbury, donde se intoxicaron Skripal y su hija el pasado 4 de marzo, está siendo tratado "con la máxima seriedad".
El exespía, de 67 años, y su hija Yulia, de 33, fueron envenenados con el agente nervioso Novichok, en un ataque que, según el Gobierno británico, fue orquestado por Rusia. Como represalia por lo sucedido, decenas de diplomáticos rusosfueron expulsados del país, mientras que Moscú negaba cualquier vinculación con los hechos y hacía lo propio con diplomáticos británicos.
Los Skripal permanecieron durante semanas en el hospital Salisbury District -antes de recibir el alta el 10 de abril ella y el 18 de mayo él- el mismo en el que ahora se encuentran ingresados en estado crítico el hombre y la mujer afectados, de 45 y 44 años, respectivamente.
Según Mills, los servicios de emergencia recibieron la primera alerta el pasado sábado por la mañana, cuando avisaron de que una mujer había sufrido un colapso en una propiedad de Muggleton Road, en la localidad de Amesbury, al sur de Inglaterra.
Ese mismo día, horas después se comunicó que un hombre se había encontrado indispuesto en ese mismo lugar. En un primer momento, explicó el inspector, las autoridades sospecharon que la pareja había consumido algún tipo de droga
ilegal.
Pero más tarde la Policía local declaró que se trataba de "un incidente grave", al sospechar que las dos personas pudieron haber estado expuestas a una "sustancia desconocida", que ahora está siendo analizada en el laboratorio de investigación de armas químicas del Gobierno en Porton Down, en Wiltshire.
Mills manifestó que varios lugares de la población y alrededores, entre ellos dos en Salisbury, donde se produjo el envenenamiento de Skripal, han sido acordonados como medida de precaución y avisó a los vecinos de que se aumentará la presencia policial en la zona. El hospital donde se encuentran ingresados el hombre y la mujer opera con normalidad y el policía indicó a los pacientes que acudan a sus citas como si se tratara de un día cualquiera.
Señaló que la Sanidad Pública de Inglaterra (PHE, en sus siglas en inglés) no cree que haya "un importante riesgo sanitario" para la población, si bien admitió que esto puede revisarse. "Nuestra prioridad en este punto es entender las circunstancias que rodean cómo estas dos personas enfermaron", aseguró el inspector, al tiempo que pidió a "cualquiera que sepa algo sobre el incidente" que se ponga en contacto con la policía.
Se comprometió a continuar informando a la población "de la manera más regular y rápida posible" sobre los avances de la investigación a medida que estos se vayan sucediendo.