Se trata de tres individuos que desde hace mucho estaban bajo vigilancia de las fuerzas de seguridad italiana por propaganda del extremismo religioso, de acuerdo con la cartera que dirige Marco Minniti.
En total, y desde inicios de 2017, las autoridades italianas han expulsado del país a 70 extranjeros sospechosos de extremismo religioso.
Desde enero de 2015, según el Ministerio, al menos 202 extranjeros fueron repatriados por motivos de seguridad nacional.