Italia vuelve a poner a las naves que salvan inmigrantes en el Mediterráneo en el punto de mira. Esta vez lo hace con una insólita acusación: por tráfico de residuos por descargar en el puerto de modo incorrecto la ropa de los desplazados y el material médico utilizado para atenderles.
Es la imputación por la que ha sido incautado en el Puerto de Marsella el barco Aquarius. Así ha respondido el responsable de Médicos Sin Fronteras en Italia a la acusación planteada por la Fiscalía de Catania:
"Esta es una decisión fruto de un intento político del Gobierno italiano con una decisión avalada en el ámbito europeo. Sobre todo, nos indigna que a una organización como la nuestra, que ha sido galardonada con el Nobel de la Paz, se le acuse hoy de poner en marcha una actividad criminal para el tráfico ilícito de residuos", ha dicho.
El ministro del Interior, Matteo Salvini, ha aplaudido la decisión de la Fiscalía de Catania, que en el pasado ya trató sin éxito de detener las naves de las ONG.