El presidente electo de Argentina, Javier Milei, ha anunciado algunas de las medidas inmediatas que tomará en cuanto tome posesión del Gobierno. Unas medidas que han provocado la preocupación de algunos de los sectores afectados.
El ultraliberal Javier Milei se ha impuesto en las elecciones presidenciales argentinas con una clara ventaja de once puntos sobre su rival, el peronista Sergio Massa, y tratará así de poner en marcha una revolución en las políticas económicas y alineamiento internacional del país sudamericano para romper con los cuatro años de mandato de Alberto Fernández.
El escéntrico Milei ha situado la reestructuración económica de Argentina como la punta de lanza de su campaña electoral, prometiendo no solo la dolarización de la economía, sino también reducir drásticamente la cifra de ministerios, pasando de 18 carteras a apenas ocho, en lo que el presidente electo ya catalogó como una "reforma completa del Estado".
Su gobierno pasará de 18 a 8 ministerios
De momento, Milei ha confirmado que suprimirá 11 ministerios para quedarse con 8 y ha dicho que pretende convertir Argentina en una potencia económica.
De los ocho ministerios que tendrá su gobierno, ya se conoce quién ocupará el Ministerio de Justicia y el de Seguridad Social. Milei ha anunciado que el Ministerio de Justicia estará a cargo del abogado penalista Mariano Cúneo Libarona y que su excandidata a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, Carolina Píparo, será titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
Como prometió a lo largo de su campaña, la Argentina de Milei constará de los ministerios de Economía, Relaciones Exteriores, Obras Públicas, Seguridad, Justicia, Interior, Defensa y Capital Humano, que unificará los de Desarrollo Social, Salud, Trabajo y Educación.
Sus planes económicos: privatización de empresas públicas
Su receta económica pasa por privatizar empresas públicas como la petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la Televisión Pública, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam "más por motivos simbólicos que presupuestarios".
Esta medida puede afectar también al Instituto Nacional de Ciencia y Artes Audiovisuales o el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo.
Además de los recortes en gasto estatal, Milei ha prometido a lo largo de los últimos meses una batería de medidas económicas en la que la dolarización del país es la propuesta estrella, pero que esconde otra serie de iniciativas como la reducción drásticas del gasto público a menos de un 15 por ciento del Producto Interior Bruto o la reducción de impuestos.
En este ámbito destaca su apuesta por eliminar el Banco Central de Argentina, que no solo terminará con la inflación "para siempre", sino que permitirá a los argentinos "comerciar con la moneda que quieran".
Argentina vive inmersa en una crisis financiera desde hace más de 20 años que obligó al país a llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en 2018 para pagar la deuda. La inflación en Argentina es actualmente del 142,7 por ciento y va en aumento.
Milei también aboga por "eliminar el 90 por ciento de los impuestos actuales", pues, según él, "solo tienen un impacto de alrededor del dos por ciento del PIB en términos de recaudación pero entorpecen el funcionamiento de la economía", según recoge el diario 'Ámbito'.
Asimismo, su programa electoral recoge la reforma del sistema energético para revertir una situación de "desinversión, desfinanciación e ineficiencia", abogando en este punto por suprimir los subsidios; a la par que recortes en gasto en jubilaciones y pensiones, apuntando a la transición hacia un modelo privado.
Política internacional
En lo que a la postura de Argentina en el panorama internacional se refiere, Milei ha abogado por romper con los posicionamientos de Alberto Fernández, que era más próximo a Brasil y a China y apostar por reforzar no solo las relaciones con Estados Unidos, sino también con Israel.
De esta forma Argentina se distanciaría de la tendencia en Sudamérica y Centroamérica. Bolivia y Belice han llegado a romper relaciones diplomáticas con Israel, mientras que otros países como Colombia, Honduras o Chile han llamado a consultas a sus embajadores en Tel Aviv.
Poco después de certificar su victoria, Milei anunció que antes del 10 de diciembre --fecha de la investidura-- viajará a Estados Unidos y también a Israel, este segundo destino tras recibir una invitación del Ministerio de Exteriores israelí. "Esos son los primeros viajes que voy a hacer. Todo será antes de asumir (el cargo)", ha manifestado el mandatario electo.
Justicia, Educación y Seguridad
Milei ha propuesto una reforma del sistema judicial, pues en los últimos años la Justicia habría trabajado al servicio de la clase política gobernante y "en vez de funcionar como defensora de los derechos de los individuos ha sido utilizada para perseguir opositores y favorecer a amigos".
Así, el ultraliberal apostó durante su campaña electoral por impulsar una remodelación del sistema que "tenga por fin la despolitización de la Justicia y la defensa de los derechos fundamentales de los argentinos". Milei ha prometido también cubrir las vacantes que existen en el Tribunal Supremo de Justicia y en el puesto de procurador general.
En materia de Educación, un ministerio al que Milei relacionó directamente con el "adoctrinamiento", el presidente electo prometió en su día avanzar hacia un modelo "de libre elección y competencia", permitiendo que sean los padres de los alumnos quienes puedan elegir los contenidos que se enseñan en las aulas.
Finalmente, en materia de seguridad Milei ha apostado por poner en marcha un sistema "basado en el principio de que el que la hace la paga", allanando así el camino hacia una reforma de la ley de Seguridad Interior, de Defensa Nacional y de Inteligencia, así como luchar contra la ocupación de tierras y "priorizar la lucha contra el narcotráfico".
"Debido al tamaño elefantiásico del Estado se ha perdido todo control sobre el accionar no solo de las fuerzas, sino de cada estamento del Estado", ha denunciado en alguna ocasión un Milei que ha lamentado que "la seguridad en Argentina ha caído en un deterioro constante desde hace décadas".