Según ha informado la Policía, tras el ataque el autor del tiroteo se ha suicidado, aunque por el momento no existen pruebas de que haya actuado junto a más personas ni de que de que esté conectado con grupos terroristas.
Las autoridades han confirmado el balance de 10 muertos y 21 heridos, de los cuales tres están en estado crítico. El tiroteo empezó en el restaurante de comida rápida y se trasladó al centro comercial, donde se produjo un intercambio de disparos con la Policía.
DISTINTAS VERSIONES
El ataque, con "armas largas" ha tenido lugar este viernes en el centro comercial Olympia, ubicado cerca de la villa olímpica de Múnich.
Los vídeos grabados por las personas que estaban dentro del centro comercial muestran escenas de pánico, con gente gritando y corriendo para ponerse a cubierto. "Creemos que estamos ante un tiroteo indiscriminado", ha dicho a Reuters una portavoz policial.
Según el jefe de la policía de la ciudad, Hubertus Andrae, el joven muerto sería el único responsable del tiroteo ya que a pesar de lo informado por reportes previos, no hay señales de que otro hombre armado hubiese participado en el incidente.
El atacante, identificado como un joven con doble nacionalidad por el jefe de la policía de Múnich, fue hallado muerto más tarde con un tiro en la cabeza, en un aparente suicidio.
La policía, citando relatos de testigos, dijo en un principio que buscaba a hasta tres sospechosos por su participación en el tiroteo, que provocó pánico entre los compradores y llevó al cierre del tránsito en la ciudad.
No obstante, las autoridades dijeron en una conferencia de prensa en la mañana del sábado que el hombre armado habría realizado el ataque solo, iniciando los disparos en un restaurante de comida rápida antes de entrar al centro comercial. Ningún grupo reivindicó inmediatamente el ataque, pero partidarios del Estado Islámico celebraron en las redes sociales, informa Reuters.
El ataque es el tercero en ocho días contra civiles en Europa occidental, tras otros en Francia y Alemania que se atribuyó el Estado Islámico, y ocurre una semana después de que un joven asilado de 17 años hirió a pasajeros en un tren en Alemania en un hecho reivindicado por Estado Islámico.
Los incidentes en el país siguen además a un ataque en Niza, Francia, en las celebraciones del Día de la Bastilla, en las que un tunecino que conducía un camión embistió a una multitud, matando a 84 personas. Estado Islámico también asumió responsabilidad por ese hecho.
El presidente de Alemania, Joachim Gauck, se ha declarado "horrorizado" por el tiroteo: "Mis pensamientos están con todas las víctimas y con todos aquellos que están de luto por sus seres queridos", ha dicho el jefe de Estado a través de un comunicado.
También el presidente de Francia, François Hollande, ha dirigido "un mensaje personal de apoyo" a la canciller de Alemania, Angela Merkel, mientras que el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, ha mostrado su conmoción y ha condenado "en los términos más contundentes" el ataque "cobarde y despreciable".
La preocupación por lo ocurrido también se ha extendido a Reino Unido, donde el ministro de Exteriores, Boris Johnson, ha dicho estar "profundamente impactado y apenado" por lo ocurrido. "Mis pensamientos están con las víctimas, sus seres queridos y toda Alemania", ha escrito en Twitter.
A su vez el Gobierno austriaco ha puesto en alerta a la unidad especial de la Policía, conocida como COBRA, según ha confirmado el director general de Seguridad, Konrad Kogler, a la agencia estatal APA.
En apoyo a la Policía de Múnich, 42 agentes COBRA han sido desplegados en la ciudad germana.
Según ha informado el alto cargo en las regiones fronterizas con Alemania "se han puesto en marcha las medidas de seguridad apropiadas".
"Todo el equipo COBRA ha sido puesto en alarma para tener capacidad operativa total", ha asegurado Kogler.