La fotografía de un perro con cinco tatuajes en diferentes partes de su cara ha provocado una avalancha de críticas. El dueño de la mascota trabaja como tatuador de forma profesional pero esta vez decidió seguir con el trabajo en su casa, eso sí, esta vez con su mascota.
El joven tatuó un ancla y un diamante en el hocico de su perro, una letra en cada oreja y dos estrellas en los ojos.
Ante esta crueldad animal, una escuela de veterinaria en la ciudad de Posos de Caldas, en el estado brasileño de Minas Gerais ha denunciado los hechos por un delito de maltrato animal. Además, la fotografía subida al Facebook generó
Ante la avalancha de críticas ante el acto, el dueño del animal eliminó las imágenes de su perfil de Facebook. La novia del propietario también lo defendió en la red. El joven tatuador justificó su acto alegando que creía que los tatuajes protegerían al perro del cáncer.
Actualmente la policía de Brasil está investigando al dueño del animal.
En España los procedimientos judiciales por maltrato animal se han triplicado en los últimos cinco años, según los datos de la Fiscalía General del Estado. "Se observa un aumento de la sensibilización social", dicen los fiscales. Pero la Guardia Civil detuvo o investigó a 308 personas en 2015, lo que da fe de que el problema existe, si bien cada vez la gente se muestra más preocupada.