El protagonista de esta historia, Josua Hutagalung, estaba en su jardín trabajando en un ataúd que es a lo que él se dedica cuando escuchó un fuerte estruendo dentro de su casa.
Cuando entró, se encontró con que una roca de unos dos kilos acababa de atravesar y, claro, destrozar su techo. Algo que en un primer momento, por supuesto, no hizo ninguna gracia a Josua. La situación mejoró cuando fue a coger la roca y se dio cuenta de que estaba muy caliente. Ahí, empezó a pensar que no era una piedra cualquiera.
Y efectivamente. Se trata de un meteorito que según los expertos tendría unos 4 mil 500 millones de años y cuyo hallazgo le ha permitido a Josua ingresar una cantidad importante de dinero. La noticia ha venido rodeada de muchas informaciones contradictorias, que si Josua no ha recibido nada a cambio, que si ha recibido millones por la piedra…
El joven ha decidido hablar y ha explicado que sí ha vendido el meteorito, pero que nada de millones, que lo recibido no supera los doce mil euros. Pero oye, que te lluevan del cielo 11.600 euros, la verdad es que no está nada mal.