En la demanda presentada ante el juzgado del distrito de Osaka, la joven de 18 años ha manifestado que su madre había informado previamente al instituto de que su tono natural de cabello es castaño dado que la normativa de la institución educativa prohíbe que las jóvenes se tiñan. Los profesores instaron a la alumna, en repetidas ocasiones, a teñirse de negro porque de lo contrario debería "abandonar el instituto", según ha podido saber la agencia de noticias Kyodo.
Desde septiembre de 2016, la joven no acude a clase debido a la presión y al rechazo que sufre a causa de su tono de pelo, motivo por el que ha solicitado el pago de una indemnización de unos 16.583 euros. Las autoridades de Osaka han pedido al juzgado que rechace la demanda.
El director del instituto, Masahiko Takahashi, ha asegurado que no está autorizado para opinar acerca de este caso concreto, pero ha subrayado que la normativa de la institución establece la prohibición de teñirse y/o decolorarse el cabello, al tiempo que se ha negado ha explicar por qué, en tal caso, sí se permite teñirse de negro.
En Japón, la conformidad es un rasgo cultural reglamentario, muchas escuelas cuentan con normas muy estrictas en cuestiones como el color de pelo de sus alumnos, los accesorios que utilizan, el maquillaje y los uniformes, incluyendo la longitud de las faldas de las alumnas.