El magistrado ha declarado que un hombre tiene "el derecho fundamental" de tener sexo con su esposa. Al juez le habían pedido los servicios sociales que considerara la posibilidad de imponerle a un hombre la restricción de tener relaciones sexuales con su mujer debido a que ella sufre un deterioro cognitivo que hace imposible que dé su consentimiento.
El sexo sin consentimiento, en Reino Unido, es violación. La polémica ha llegado al Parlamento, donde algunos parlamentarios acusan al juez de misoginia y le recuerdan que no existe tal derecho fundamental.