La jueza Catherine Cholakis, del Tribunal Supremo estatal, consideró que esa prohibición no puede realizarse mediante una orden ejecutiva del gobernador, sino que debe llevarse a cabo por una ley aprobada por la Asamblea Legislativa del Estado.
El gobernador del estado de Nueva York anunció el pasado 17 de septiembre la imposición de esta prohibición, que, sin embargo, llevaba suspendida desde el 4 de octubre. Un tribunal había decidido congelar temporalmente la orden
después de que la Asociación Tecnológica del Vapor, con sede en Washington y que agrupa a varias empresas dedicadas al vapeo, denunciara a Cuomo y al Departamento de Salud del estado de Nueva York por considerar que dicha prohibición excedía sus prerrogativas administrativas y constitucionales.
Ahora Cholakis le ha dado la razón a la Asociación Tecnológica del Vapor subrayando que su decisión se basa no en las razones que hay detrás de dicha prohibición, sino precisamente en que las autoridades han excedido sus prerrogativas.
Cuomo había justificado la emisión de su orden ejecutiva alegando que los sabores introducidos en los cigarrillos electrónicos han contribuido a enganchar a numerosos jóvenes a la nicotina. "Es innegable que las empresas de vapeo están usando deliberadamente sabores como el chicle, (...) y el algodón de azúcar para enganchar a los jóvenes a los cigarrillos electrónicos. Es una crisis de salud pública y termina hoy", afirmó Cuomo el pasado 17 de septiembre.