Ante el ascenso de nacionalismos y la ultraderecha, el líder del Ejecutivo comunitario recordó que los padres fundadores de la UE "todavía conocieron el horror de la guerra" y que el mayor hito del proyecto europeo es la paz.
"El nacionalismo nunca ha resuelto problemas, sólo los ha creado. Aquellos que se quedan en su esquina nacional no pueden resolver desafíos globales. Creo que la razón de la UE prevalecerá y aquellos que quieren garantizar la paz y la prosperidad se opondrán a los populistas" en las elecciones al Parlamento Europeo del año que viene, afirmó.
Al mismo tiempo, Juncker hizo una referencia a la política del presidente estadounidense, Donald Trump, al señalar que "no estoy a favor de un unilateralismo egoísta que desafía expectativas y frustra esperanzas".
"Siempre lucharé por el multilateralismo", apostilló, y agregó que Europa "siempre será multilateral", también ante retos como el cambio climático: "El planeta nos pertenece a todos y no sólo a unos cuantos", dijo.
Juncker insistió en la necesidad de potenciar el papel de "actor global" de la UE y defendió incrementar el gasto en defensa "sin militarizarnos".
"Europa es la guardiana de la paz. Debemos estar agradecidos por vivir en un continente pacífico, lo cual es posible gracias a la UE. Así que vamos a mostrar algo más de respeto a la Unión Europea", enfatizó.
"Vamos a dejar de arrastrar su nombre por el barro y empezar a defender más nuestra manera de vida en común", concluyó.
Juncker tuvo palabras igualmente para los países de los Balcanes occidentales y solicitó "unidad" para que "nuestra vecindad inmediata no sea moldeada por otros".