La rebelde Donetsk y el Gobierno de Ucrania se tomaron, en vísperas del Domingo de Resurrección, un respiro en su tensa pugna y |||se cumplen dos semanas desde la toma de la sede del gobierno regional de Donetsk y de la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania en la ciudad de Lugansk, ambas ocupadas hasta el día de hoy por activistas prorrusos que exigen la celebración de un referéndum de autodeterminación para las dos regiones rusohablantes.
El Antimaídan de Donetsk, como se presenta a veces el movimiento popular que niega legitimidad a las nuevas autoridades ucranianas, la autoproclamada república y su brazo armado, autodenominado como la "Milicia Popular del Donbass" (región hullera), |||la liquidación del Maidán de Kiev -como se conoce la ciudadela que se levanta desde hace cinco meses en el centro de la capital ucraniana-, la dimisión de las nuevas autoridades y la convocatoria de un referéndum de autodeterminación de la región.
Mientras, el Gobierno ucraniano continúa cargando toda la responsabilidad de la crisis a Moscú e insiste, una y otra vez, que el Kremlin tiene en sus manos la llave para obligar a los prorrusos del sureste ucraniano a desalojar los edificios ocupados y deponer las armas.