El líder norcoreano, Kim Jong-un, llamó a la mejora de las relaciones entre este país y Corea del Sur en su discurso de Año Nuevo, y afirmó que está dispuesto a hablar con el Ejecutivo de Seúl sobre "paz y unificación".
En su intervención emitida por la televisión estatal KCTV, Kim reiteró la voluntad de Corea del Norte de dialogar con su vecino del Sur, y pidió a Seúl atenerse al acuerdo que alcanzaron ambas partes el pasado agosto y que puso fin a un periodo de alta tensión militar que despertó temores de guerra en la península de Corea.
"Estamos dispuestos a mantener conversaciones con la mente abierta con cualquiera que aspire a la paz y a la unificación", afirmó el líder norcoreano. "Corea del Sur debe respetar el espíritu del acuerdo intercoreano de agosto. Seúl debería evitar actos que puedan alterar el clima de conciliación", añadió Kim. Pyongyang y Seúl han mantenido en los últimos meses dos reuniones de alto nivel con objeto de acercar posturas tras el acuerdo suscrito el pasado 25 de agosto, pero los encuentros se saldaron sin resultados concretos ni fecha para una nueva cita de este tipo.
El de hoy ha sido el cuarto discurso de año nuevo de Kim, y en esta ocasión no ha hecho ninguna mención al programa de armamento nuclear de Corea del Norte. Kim recordó que el Ejecutivo está preparando la organización del primer congreso del Partido de los Trabajadores entre mayo y octubre, el primero en 36 años, y en el que se podrían desvelar nuevas directrices políticas y una eventual de la cúpula del régimen.
El jueves, el líder norcoreano acudió al funeral de Estado del máximo responsable del Gobierno en las relaciones con la vecina Corea del Sur, Kim Yang-gon, fallecido dos días antes en un accidente de tráfico. Kim Yang-gon, uno de los más altos cargos de la élite de Pyongyang, ocupaba el puesto de director del Departamento del Frente Unido -equivalente a un ministerio encargado de los contactos con Seúl-, y su muerte podría causar un estancamiento del diálogo entre los países vecinos, según expertos de Seúl.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra ya que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 se cerró con un alto el fuego en vez de un tratado de paz.