El discurso, cuyo contenido no fue difundido por los medios estatales hasta doce horas después del inicio del evento, llega en medio de una época de fuerte tensión entre Corea del Norte y la comunidad internacional tras las pruebas nuclear y de misiles llevadas a cabo por Pyongyang a principios de año.
Kim Jong-un inauguró el Congreso del Partido de los Trabajadores, que no se celebraba desde 1980, en medio de una enorme expectación y del secretismo de las autoridades norcoreanas.