La candidata búlgara, que ha quedado como finalista junto al expresidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, obtuvo el respaldo del 56 % de los países, pero estos representan menos del 65 % de la población, tal y como exigía el criterio de mayoría cualificada.
De esta forma, la nominación del candidato europeo a sustituir a la francesa Christine Lagarde al frente del FMI queda de momento pospuesto y pendiente de nuevas negociaciones entre los 28.