Según el informe de la OCDE, "se están dando pasos a favor de la igualdad, pero todavía son muy lentos" esos avances y la prueba es que siguen siendo pocas las mujeres que ocupan puestos directivos en la esfera pública.
Sólo un 29% de los escaños en los países más ricos los ocupan parlamentarias, aunque España cumple los deberes con un Gobierno en el que dos tercios son ministras o Francia, donde el 40% del Parlamento son mujeres.
Sin embargo, se insiste en que pese a las reformas para promover la igualdad en muchos países, los prejuicios sexistas -muy arraigados- siguen discriminando a mujeres y niñas.
De media en la OCDE, ellas ganan un 13,6% menos que ellos y se estima que esa discriminación tiene a nivel mundial un coste económico y supone una pérdida de ingresos de seis mil millones de dólares, un 7,5% del PIB total.