Esta teoría se basa en los descubrimientos hechos por los agentes en su investigación del pasado octubre en la residencia del cónsul saudí en Estambul.
Hasta ahora se habían barajado varias hipótesis para explicar el que más de cuatro meses después del crimen no haya aparecido aún el cadáver de Kashoggi.
Ahora se aporta esta nueva hipótesis sobre la posibilidad de que el cadáver fuese quemado en este horno con dos fuentes de fuego y en el que se podrían alcanzar hasta mil grados de calor, lo que "carbonizaría hasta los huesos de la víctima y no dejaría rastros de ADN", según el informe.
El informe aporta también un dato escabroso y es que los saudíes encargaron 32 raciones de carne sin cocinar de un cercano restaurante después del asesinato.