La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, aseguró que un mejor proceso de integración de los refugiados que llegan a Europa podría impulsar el crecimiento económico un 0,2%, por lo que apostó por un enfoque "más amplio y valiente".
"Requiere un enfoque más grande, amplio y atrevido", dijo Lagarde en un panel dentro de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM) que se celebra esta semana en Washington, junto con el ministro de Planificación de Jordania, Imad Fakhoury, y la vicepresidenta de la Comisión Europea, Kristalina Georgieva. Lagarde reconoció la "significativa presión" que está soportando la Unión Europea (UE) ante la llegada de refugiados, pero recordó que, si se mejoran los procesos de integración, los refugiados pueden impulsar el crecimiento de la Unión en un 0,2 % este año y el próximo.
"En una economía que crece un 1,5%, merece la pena mirar a ese 0,2%. A medio plazo, los beneficios compensan los costes fiscales a corto plazo", dijo Lagarde. En los diez primeros meses de 2015, los países de la UE han recibido 995.000 solicitudes de asilo, más del doble de las registradas en el mismo periodo de 2014, la mayor parte procedente de personas que escapan del conflicto de Siria, seguidas por las provenientes de Afganistán e Irak. No obstante, recalcó que la presión fiscal es mucho más elevada en países vecinos de Siria, como Jordania y Líbano, quienes acogen la mayor parte de los refugiados que escapan de la guerra civil siria.
"Nuestra ratio de deuda respecto al PIB (producto interior bruto) es actualmente del 93%, y sería del 73% sin los refugiados sirios", afirmó Fakhoury, quien señaló que su país necesita ayuda internacional para hacer frente al flujo de personas que huyen de la violencia en Siria. Turquía, el país que más refugiados sirios acoge, alberga a casi dos millones. El Líbano, por su lado, cuenta con casi 1,2 millones de ciudadanos sirios, mientras que Jordania tiene a más de 630.000.