Son 900 millones de votantes repartidos en 29 estados y siete territorios de la Unión. Es tan grande que llevan un mes votando y todavía les queda esta semana por delante. El gobierno ha establecido un millón de puntos de votación, la mayoría en ciudades y pueblos, pero hay quienes viven en zonas aisladas y la ley india dice que hay que facilitar el voto a todos los ciudadanos del país. Así que hay una legión de funcionarios, algo más de 10 millones recorriendo de cabo a rabo el país con urnas móviles encima para llegar a esos lugares.
Por ejemplo: A la pequeña isla de Ajad Tapu, para llegar allí un grupo de funcionarios tuvo que conducir varias horas, un viaje en barco y luego una larga travesía andando para que votaran sus 44 habitantes. Otro ejemplo, es el estado norteño de Himachal Pradest, a 4.400 metros de altitud, los funcionarios aquí tuvieron que llevar hasta tanques de oxigeno por la altura. O el más extremo, cada vez que hay elecciones, cinco empleados se internan en el bosque de Gir, plagado de leones para que vote el único hombre que vive allí, un sacerdote que cuida en solitario de un templo. La cuestión es que no están obligados a votar, o sea que a lo mejor el viaje es para nada.