Según esta misma fuente, el juez de instrucción decidió su puesta en libertad tras expirar la duración legal de su detención preventiva y al no poder demostrar las sospechas aunque la investigación continúa abierta. Aidoudi, de 42 años, llegó a este país el pasado 14 de julio procedente de Dusseldorf (Alemania) aunque la orden de extradición había sido cancelada horas antes por un tribunal de la ciudad septentrional alemana de Gelsenkirchen, al considerar que el tunecino corría el riesgo de ser torturado en su país.
Según la prensa alemana, el fax que anulaba la orden llegó a tarde a las autoridades, una vez que el sospechoso ya había sido embarcado y volaba con destino a la capital tunecina donde fue detenido una vez que aterrizó. La descoordinación ha abierto, asimismo, una grave controversia en Alemania de parte del tribunal concernido, que exige su regreso al país, y el estado (North Rhine-Westphalia) y la ciudad donde vivía el sospechoso (Bochum) que planeaban apelar.
Según el expediente policial alemán, Sami A. viajó por primera vez a Alemania en 1997 con un visado de estudiante, y desde allí viajo a Afganistán, donde presuntamente recibió entrenamiento militar y ejerció de guardaespaldas de Bin Laden. Una investigación judicial alemana no ha podido, hasta la fecha, probar estos cargos y otros como la de predicar el odio y pertenecer a banda terrorista.