TAMBIÉN HAN PLANTADO CARA A SU PROPUESTA MÁS POLÉMICA

Los líderes de la UE, dispuestos a lograr una solución sobre las reclamaciones de Londres

Los líderes de la UE mantuvieron por primera vez un debate "franco" y "abierto" sobre las reformas que plantea el primer ministro británico, David Cameron, para mantener a su país entre los Veintiocho, y aunque han mostrado su disposición a buscar una solución, han plantado cara a su propuesta más polémica.

ondacero.es

Bruselas | 18.12.2015 07:03

Los líderes de la UE, con Rajoy y Cameron.
Los líderes de la UE, con Rajoy y Cameron. | Agencia EFE

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, había pedido a los líderes abordar "sin tabúes" las propuestas de Londres en torno a la gobernanza económica, la competitividad y la soberanía, y la inmigración europea, para poder delinear no solo las líneas rojas de cada país miembro, sino también las posibles alternativas.

El Reino Unido y la UE han mantenido casi 30 reuniones técnicas sobre el futuro de ese país en el bloque comunitario de cara al referéndum que Cameron quiere convocar antes de finales de 2017. Ha sido, no obstante, la primera vez que todos los líderes han planteado su postura, y lo han hecho con el deseo de que el país permanezca en su seno y con la voluntad de compromiso, pero también con advertencias.

El primer ministro británico aseguró que se ha logrado un "muy buen progreso" en las negociaciones con sus homólogos europeos, aunque admitió que "va a ser muy difícil". Cameron insistió en que la solución debe ser "legalmente vinculante e irreversible" y consideró que se necesita un cambio del Tratado de la UE y que puede encontrarse una vía para lograrlo. La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que todos los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han dejado claro que desean "la permanencia del Reino Unido en la Unión" y también "nuestra voluntad de compromiso" para hallar en febrero próximo un acuerdo, pero solo si "se salvaguardan los pilares básicos" de esta comunidad.

"Y en esos fundamentos no figura la discriminación y sí la libertad de circulación", enfatizó. Entre las reclamaciones de Londres figura la petición de que los ciudadanos de otros países de la UE que lleguen al Reino Unido deban vivir allí y pagar impuestos durante cuatro años antes de poder optar a beneficios en el trabajo o a una vivienda social. Tusk reconoció que la cuestión de los beneficios sociales es la más delicada, al igual que todos los demás líderes.

"Tenemos que ser duros sobre algunas líneas rojas y valores fundamentales. Les prometo que no cederemos cuando se trate de libertad de circulación o discriminación, pero sé que (Cameron) busca un compromiso justo, pero también sustantivo y por eso hoy soy mucho más optimista que antes de nuestra reunión", afirmó.

También los líderes del llamado Grupo de Visegrado, formado por Hungría, Eslovaquia, República Checa y Polonia, afirmaron que no apoyarán "ninguna solución que sea discriminatoria o limite la libertad de circulación". El presidente francés, François Hollande, sostuvo sobre las prestaciones sociales que la propuesta de Cameron "podría afectar a la libre circulación y tener consecuencias en nuestros ciudadanos, incluso si exigiéramos la reciprocidad".

"La libertad de movimiento es un valor central de la UE y no podemos aceptar la discriminación de nuestros ciudadanos", señaló también la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaité, mientras que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó que "no es el momento de salidas en Europa: es el momento de más cooperación". El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, abogó por buscar "soluciones imaginativas" al problema que se plantea por algunos deseos de este país que afectarían a la libre circulación de trabajadores.

Su homólogo luso, António Costa, consideró que "sería absolutamente inaceptable que trabajadores por ser extranjeros o por residir menos tiempo que, naturalmente, los nacionales residen en un país, tengan un tratamiento discriminatorio". Hollande también apuntó que es "difícilmente conciliable con los tratados", y que "hay que encontrar modalidades políticas sin que sea necesario modificar las reglas institucionales o el tratado".

Merkel admitió que probablemente no se podrán acomodar esas exigencias en la legislación secundaria, por lo que se tendría que cambiar el Tratado de la UE, y aunque la decisión se tendrá que tomar en los próximos meses, solo se acometería en el futuro. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por su parte, dijo que no quiere contribuir a crear la ilusión de que hay tres cuestiones fáciles y una difícil entre las pretensiones del Reino Unido, y aseguró que se trata de cuatro cuestiones difíciles.

En este sentido, los líderes adoptaron unas conclusiones sobre la cuestión británica de un sólo párrafo, en las que consta que "trabajarán estrechamente juntos para buscar soluciones mutuamente satisfactorias en todas las cuatro áreas en el Consejo Europeo del 18 y 19 de febrero" próximo.