Sin embargo, está el dilema de si Netanyahu podrá finalmente encabezar las listas en las elecciones de marzo, algo que ahora depende de la Justicia al estar imputado.
La situación de Netanyahu es compleja. Por un lado, una aplastante victoria sobre el desafío de Gideon Saar. Por otra parte, el martes, el Tribunal Supremo de Justicia deberá tratar la situación no contemplada hasta ahora por la Ley Israelí: si un primer ministro imputado puede ser quien encabece el próximo gobierno.
La respuesta, dice Netanyahu, la debe dar el pueblo, pero el tribunal está decidido a tratar el tema.