Más de 100.000 nuevos desplazados han huido en los últimos días de los bombardeos en Jan Yunis y alrededores y han llegado a Rafah, la zona más densamente poblada de la Franja de Gaza con unos 12.000 habitantes por kilómetro cuadrado, y donde -según la ONU- los recursos escasean y predomina es el hacinamiento.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) denuncia que el ejército israelí ha disparado directamente contra uno de sus convoyes que circulaba por una de las supuestas rutas seguras marcadas por Israel en el norte de Gaza. Ofensiva que continuará hasta la erradicación de Hamás, como ha insistido Benjamín Netanyahu. "No vamos a parar. Quien hable de parar, debe saber que eso no va a suceder. No vamos a parar. La guerra continuará hasta aniquilar a Hamás, hasta el final", asegura el primer ministro israelí.
En un comunicado, además Unicef pone el foco en el número de niños y niñas asesinados en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, que ha alcanzado niveles sin precedentes. En las últimas doce semanas han muerto 83 menores, más del doble de todos los niños y niñas asesinados en el año 2022.
Las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, cifran en 21.500 los palestinos fallecidos desde el pasado 7 de octubre, a los que hay que otros 300 muertos a manos de colonos y el ejército israelí en Cisjordania y Jerusalén Este.