El avión del Ministerio de Emergencias trasladó los cuerpos de las personas que viajaban en un avión de pasajeros A321 de la rusa Kogalymavia que se destruyó en el aire el 31 de octubre unos 30 minutos después de despegar de Sharm el-Sheij, según las autoridades rusas.
El procedimiento para identificar los cuerpos comenzará este lunes en San Petersburgo, ciudad noroccidental de Rusia, añadió la agencia. El avión trasladaba a 217 pasajeros y siete tripulantes. Cuatro de los turistas eran ucranianos y uno bielorruso. Había 25 niños. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró un día de luto para este lunes por el peor desastre aéreo de la historia rusa. El ministro ruso de Situaciones de Emergencia, Vladimir Stepanov, dijo el domingo que "en San Petersburgo los cuerpos serán trasladados a un crematorio donde se llevará a cabo la identificación" de los cadáveres. En dicha ciudad rusa los familiares esperan a las víctimas del siniestro aéreo. Las autoridades anunciaron que psicólogos y médicos de emergencia trabajan ya con los familiares de las víctimas del accidente.
El vicegobernador de San Petersburgo, Igor Albin, declaró a la misma agencia que más de 200 muestras de ADN se han tomado de los familiares de las víctimas. Antes de proceder a la entrega de los cuerpos a los diplomáticos rusos en Egipto, la Justicia local ordenó practicar un examen externo de los cadáveres, análisis de ADN de los cuerpos y de los restos y que se fotografiaran y enumeraran los cadáveres. De los 224 fallecidos, las autoridades egipcias anunciaron que hasta el momento se han hallado 187 cadáveres, que fueron trasladados a El Cairo y repartidos entre cinco hospitales públicos y la morgue de Zenhum, antes de que la mayor parte fuera repatriada.
Los Ejecutivos ruso y egipcio defienden que la causa más probable del siniestro sea un fallo técnico y niegan la posibilidad de que la tragedia haya sido resultado de un ataque terrorista. Sin embargo, el grupo yihadista Wilayat Sina (Provincia del Sinaí), filial egipcia de la organización extremista Estado Islámico (EI), asumió la responsabilidad por la caída del Airbus-321, en un vídeo cuya autenticidad no ha podido ser confirmada.