Localizan una caja negra del avión estrellado cerca de Moscú en el que han muerto 71 personas
Según la prensa rusa, el piloto informó de un problema técnico, e intentó un aterrizaje forzoso cerca del lugar donde finalmente se estrelló.
Un avión birreactor de pasajeros AN-148 con 71 personas a bordo se estrelló en las afueras de Moscú, causando la muerte a todos sus ocupantes, informaron las autoridades rusas.
"A bordo de la nave se encontraban 65 pasajeros y seis tripulantes. Todos ello murieron", señaló en un comunicado la Fiscalía de Transporte de la capital rusa. El avión, perteneciente a la compañía local Saratovskie Avialinii, desapareció de los radares minutos después despegar del aeropuerto moscovita Domodédovo, sin informar a la torre de control de ningún tipo de problemas.
El AN-148, que realizaba un vuelo regular con destino a la ciudad de Orsk, al sur de los Urales, había despegado de la capital rusa y cayó en un campo entre las localidades de Arguntsevo y Stepánovo, en la provincia de Moscú.
Lugareños de esa zona dijeron a la agencia Interfax que oyeron una explosión y vieron cómo el avión caía envuelto en llamas. Los restos del AN-148 quedaron diseminado en un radio de cerca de un kilómetro.
El ministro de Transporte de Rusia, Maxim Sokolov, que encabeza la comisión gubernamental encargada de investigar el siniestro, indicó que para identificar a las víctimas se requerirán exámenes comparativos de ADN. Según dato preliminares, todos los ocupantes del avión eran ciudadanos rusos.
Las labores de búsqueda se están llevando a cabo en condiciones muy complicadas, con ventisca e incluso a 15 grados bajo cero. A pesar de las dificultades, ya se han encontrado la caja negra y los dos primeros cadáveres.
"Los investigadores no descartan ninguna hipótesis. Se están estudiando las condiciones climáticas, un error humano, un problema técnico y otras posibilidades. Según la prensa rusa, el piloto informó de un problema técnico, e intentó un aterrizaje forzoso cerca del lugar donde finalmente se estrelló. La línea aérea Sarátov, propietaria del aparato, ha informado de que el tripulante tenía una experiencia de más de 5.000 horas de vuelo.