En su primera entrevista televisiva cinco meses después de llegar al Elíseo, Macon aseguró que de forma inmediata no cambiarán la ley, pero que "adoptarán medidas más duras" contra los inmigrantes en situación irregular.
Macron reaccionó así después de que se conociera que el autor del asesinato de dos jóvenes en Marsella el pasado día 2 era un tunecino en situación irregular que había sido arrestado dos días antes por robo y liberado sin control.
El presidente dijo que ese caso le reveló que "se ha instalado en el país una práctica en la que los irregulares podían ser arrestados varias veces sin por ello ser conducidos a la frontera".
Macron reconoció que Francia no tiene firmados acuerdos con los países de origen de los indocumentados, lo que resta eficacia a su política de expulsión.
También anunció una reforma legislativa a partir del año próximo sobre la inmigración y el asilo.
En materia de lucha contra el terrorismo, Macron afirmó que el Gobierno ha adoptado medidas significativas pero que "el riesgo cero no existe".