La idea de esta reunión informal que Emmanuel Macron acoge esta mañana en el Elíseo aprovechando la visita de Estado de su homólogo chino es buscar puntos de convergencia de cara a la cumbre UE-China del próximo mes.
Asisten al encuentro la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la CE, Jean Claude-Juncker, para trabajar en las bases de un nuevo multilateralismo maltrecho desde que Donald Trump llegó al poder, una nueva definición del orden internacional.
El lunes, el presidente galo -que defiende la idea de una soberanía europea- abogó por una cooperación fuerte entre Europa y el potente país asiático al estar basada en unas relaciones comerciales justas y equilibradas.
Pero a su juicio el mercado chino se abre lentamente y preocupan sus inversiones masivas en sectores estratégicos de países socios de la UE.
Macron espera también poder hacer de Xi Jinping un aliado contra el cambio climático.