El Gobierno francés anunció este viernes medidas adicionales para responder a la situación de emergencia en Mayotte por los estragos del ciclón Chido, en particular para ir restableciendo de manera parcial el agua, que ha sido una de las principales quejas de la población al presidente, Emmanuel Macron.
"Ayer ya se distribuyeron 80 toneladas de alimentos y 50 toneladas de agua a 9 municipios. Las 8 comunas restantes de Mayotte serán abastecidas hoy", indicó en la red social X el ministro de Interior en funciones, Bruno Retailleau, tras una reunión del comité de crisis que Macron organizó por videoconferencia desde el territorio ultramarino.
Retailleau señaló que, por "vía marítima, vía aérea" y mediante dispositivos de producción de seguridad civil, "todos los medios están puestos para permitir distribuir 600.000 litros de agua por día", es decir, dos litros por cada habitante de las islas.
Así, esta tarde recibirá agua "casi la totalidad del territorio" a través de una red que será alimentada dos de cada tres días en todos los sectores del archipiélago, durante ocho horas.
El ministro indicó que ya hay mil gendarmes y algo más de 800 policías asegurando la distribución de víveres y la normalidad en tiendas, bancos, gasolineras y carreteras.
A esas fuerzas se sumarán mañana 200 gendarmes adicionales, mientras aumentan las preocupaciones por posibles saqueos debido a la precaria situación del archipiélago desde el pasado fin de semana.
La reunión que Macron mantuvo desde Mayotte con distintos miembros del Gobierno en funciones, incluidos Retailleau y el nuevo primer ministro, François Bayrou, se convocó como colofón de la visita que realizaba desde ayer.
En principio el presidente sólo planeaba quedarse durante el jueves, antes de partir a visitar Yibuti y Etiopía, pero ante las demandas de la población local para que les dedicara más tiempo decidió sobre la marcha prolongar su visita hasta este viernes.
En ese contexto, Macron prometió un plan global de reconstrucción, aunque reconoció que por ahora es "imposible" calcular su coste debido a la situación de emergencia en la que aún se encuentra la isla, con grandes necesidades de asistencia médica, electricidad, agua, alimentos, transporte y comunicaciones.
También avanzó que habrá una ley especial para dedicar más medios y la creación de una institución pública para la reconstrucción, similar a la que se creó para restaurar la catedral de Notre Dame de París o para organizar los Juegos Olímpicos.
Además, anunció que el lunes habrá un día de duelo nacional en toda Francia y se comprometió a volver a Mayotte "en los próximos meses".
En su paso por la isla hubo momentos de tensión e increpaciones, como cuando anoche decenas de personas le abuchearon, reclamaron su dimisión y le gritaron sobre todo pidiendo agua.
"¡No enfrente a la gente entre sí! Si enfrenta a la gente entre sí, estamos jodidos (sic), porque estáis felices de estar en Francia. Porque si no fuera Francia, estaríais 10.000 veces más en la mierda", dijo a una mujer que se había dirigido a él y achacaba al Gobierno no hacer suficiente, durante una visita a una comunidad afectada.
Esas declaraciones generaron críticas de la oposición francesa, como las de la diputada ecologista Sandrine Rousseau, que le reprochó tener "una actitud arrogante" y dar lecciones.
Las cifras provisionales de víctimas en Mayotte por culpa del ciclón Chido son de 31 muertos y 45 heridos graves, aunque el propio Macron reconoció ayer que el balance "previsiblemente" será superior, pero sin aventurar estimaciones.