El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció un toque de queda en París y en las otras ocho ciudades más afectadas por la pandemia, que se aplicará de 21.00 a 6.00 hora local y comenzará a partir del próximo sábado, con una duración inicial de cuatro semanas ampliables a seis, detalló el presidente en una entrevista televisiva.
"Tenemos que tomar medidas más estrictas" porque "estamos en una situación preocupante", afirmó Macron. El objetivo es frenar el crecimiento de los contagios a fin de pasar de los aproximadamente 20.000 nuevos casos diarios actuales a 3.000-5.000, añadió.
Macron aseguró que un reconfinamiento general de la población, como el vivido la pasada primavera, "sería desproporcionado", por lo que el toque de queda "es una medida pertinente".
"No se podrá ir al restaurante después de las 21.00, no se podrá ir a fiestas a casa de los amigos", explicó el presidente, quien avanzó que habrá controles policiales y multas para los infractores de 135 euros y mayores para los reincidentes. Además, se pondrá en marcha un sistema de autorizaciones para quienes tengan que salir por trabajo o motivos ineludibles.
"Tenemos que poder seguir yendo al trabajo", aseveró. El primer ministro, Jean Castex, y el titular de Sanidad, Olivier Véran, explicarán mañana las modalidades concretas de aplicación del toque de queda. Macron recomendó también "dos o tres días" de teletrabajo por semana, aunque sin obligatoriedad, y pidió limitar a seis personas la reuniones privadas.
Esta intervención de Macron en horario de máxima audiencia televisiva tuvo lugar mientras la situación se agrava en las principales zonas urbanas de Francia a pesar de las medidas restrictivas tomadas en las últimas semanas, como la obligatoriedad del uso de mascarilla, el cierre de bares o un protocolo más rígido en restaurantes de varias de esas áreas.
Agravamiento de la situación en París
La situación es especialmente seria en la región de París (Isla de Francia), donde el índice de casos positivos es de 320,9 por cada 100.000 habitantes y los pacientes de Covid-19 ocupan ya el 45 % de todas las camas de cuidados intensivos en los hospitales, según datos comunicados por las autoridades sanitarias regionales.
Además, el 17 % de todos los test realizados allí en el último día dieron resultado positivo.
Macron recalcó que en los hospitales se han aplazado operaciones quirúrgicas para asegurar que había camas de cuidados intensivos para los pacientes de coronavirus, pero "ya no tenemos camas de reserva. Por eso debemos tomar medidas más estrictas".
Junto a la región de París, las otras áreas metropolitanas con toque de queda serán las de Marsella-Aix en Provence, Lyon, Lille, Grenoble, Montpellier, Toulouse, Rouen y Saint Etienne. Son las zonas "donde el virus circula más", recalcó el presidente.
La pandemia ha causado ya 33.037 muertes en Francia, según las últimas cifras oficiales divulgadas esta noche, con 104 fallecimientos en las últimas 24 horas. A nivel nacional, aproximadamente un 33 % de todas las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes de COVID-19, según el último informe de la agencia nacional de sanidad.
Macron llama a la responsabilidad
El presidente apeló a la responsabilidad de los ciudadanos a la hora de respetar el toque de queda y actuar con sentido común, llevando mascarilla, guardando la distancia de seguridad oventilando espacios cerrados.
"Si no queremos tomar medidas mas duras en tres semanas o un mes habrá que respetar estas reglas", urgió, antes de recordar que elvirus estará presente "hasta el verano de 2021". Macron también se esforzó en enviar un mensaje de tranquilidad, al avanzar que habrá nuevas medidas de apoyo a los sectores económicos más afectados por esta decisión. "Vamos a intentar apoyar al máximo", recalcó, y afirmó que las ayudas por desempleo parcial (ERTE) "se reactivarán para todos esos sectores".
Igualmente aseguró a los franceses que no habrá restricciones a los transportes y que los ciudadanos podrán viajar entre regiones en las vacaciones escolares que comienzan el próximo viernes.