Victoria Martens, de 10 años, fue encontrada descuartizada en agosto en Estados Unidos en su domicilio tras una llamada recibida por los agentes de policía. Los agentes aseguraron que la niña había sido drogada, violada, apuñalada, estrangulada y por último descuartizada. Poco después su madre, Michelle Martens, entre otras persona fueron acusadas del asesinato.
Tras la detención, la madre confirmó que ella había contactado con un hombre de su trabajo y otros dos por Internet para acabar de la vida de su hija. Según el Albuquerque Journal, la madre indicó que "disfrutó viendo todo lo que le hacían a su hija".
Los hombres utilizaron metanfetamina para drogar a la niña y no tener problemas para abusar sexualmente de ella. Después de esto la estrangularon y a continuación la apuñalaron. Una vez muerta procedieron a descuartizarla y quemar sus restos en la bañera.
El jefe de policía de Albuquerque, Gorden Eden Jr, declaró que "este es el homicidio más horroroso que he visto en mi carrera", tras descubrir el cuerpo de Victoria. "Hemos evidenciado un total desprecio por la vida humana y la traición de una madre".