En un acto con jóvenes 'chavistas' celebrado a última hora del miércoles, Maduro reiteró que no cederá "ni un milímetro" ante "los ataques del imperio norteamericano" y abogó por formar a la juventud venezolana para "defender la Revolución (Bolivariana) en las circunstancias que toque".
"Vamos a prepararnos en las milicias universitarias, estudio y fusil para que la juventud universitaria defienda con las armas en la mano la patria, si hace falta, frente al imperialismo y la oligarquía", dijo en declaraciones recogidas por la televisión pública VTV.
Maduro fijó el próximo 10 de enero, cuando está previsto que tome posesión para un segundo mandato que consiguió en las cuestionadas elecciones presidenciales del 20 de mayo, como primera cita de los jóvenes bolivarianos. "Vamos a la calle", les instó.
La oposición venezolana ha pedido a la comunidad internacional que, en consecuencia con su decisión de no reconocer dichos comicios, boicotee la ceremonia de investidura. Algunos gobiernos ya han anunciado que no asistirán. El presidente colombiano, Iván Duque, incluso ha avanzado que el 10 de enero romperá relaciones.
La crisis política en Venezuela se agravó con esta polémica votación. La oposición pretendía forzar unas auténticas elecciones antes de que acabara el año, si bien el Gobierno insiste en defender la legitimidad de los sufragios emitidos el 20 de mayo.
España y otros estados miembro han propuesto a la UE que facilite un nuevo diálogo entre el Gobierno y la oposición para buscar una salida a la parálisis política al mismo tiempo que se mantienen las sanciones dictadas por Burselas contra la cúpula venezolana.
Entretanto, la situación económica en Venezuela ha seguido empeorando. Según datos de la ONU, más de tres millones de personas han abandonado el país en los últimos años rumbo a naciones vecinas, sobre todo Colombia, a causa de la falta de productos básicos, como comida o medicamentos.