"Han dado la orden desde la Casa Blanca de matar a Maduro (...), y le han dado la tarea a la oligarquía bogotana, al gobierno de Bogotá le han dado la tarea de matar a Maduro, lo denuncio mundialmente", dijo el presidente venezolano durante un acto con simpatizantes transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.
"Ni un pelo me van a tocar porque a mí me protegen Dios y el pueblo de Venezuela", añadió sin mostrar pruebas de su denuncia.
Maduro escapó ileso a principios de agosto a un atentado con explosivos mientras presidía un acto con militares en el centro de Caracas, por el que acusó entonces a la oposición, a la oligarquía bogotana y de su país así como al expresidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Y en septiembre mantuvo en duda hasta último momento su participación en el debate anual de la Asamblea General de la ONU porque, dijo, estaba "en la mira" de asesinos, aunque finalmente viajó a Nueva York.
Desde 2013 Maduro ha alertado acerca de una veintena de planes para matarlo que, generalmente, incluyen la participación de dirigentes de Estados Unidos, Colombia y la oposición venezolana.
Hoy, pese a su denuncia contra Duque, Maduro invitó a su homólogo a conversar sobre una "política de subsidio" de gasolina a la población colombiana de la extensa frontera que comparten ambos países, y por donde el Gobierno venezolano ha señalado se fugan en contrabando millones de litros de combustible cada año.
"Yo le he propuesto al Gobierno de Colombia, al gobierno actual, que nombre un delegado, un representante para hablar sobre estos temas en función de una política de subsidio (de gasolina). Estoy listo", dijo, y agregó que está "esperando respuesta" a esta petición.