El Gobierno británico anunció el año pasado los requisitos que debían cumplir quienes aspiren al 'estatus de asentado', una nueva figura con la que Londres quería dar garantías a los ciudadanos de la UE de cara al divorcio de Reino Unido con el bloque comunitario. Entre dichos requisitos figuraba carecer de antecedentes penales y pagar una tasa de 65 libras.
May, que ha comparecido este lunes para informar de los nuevos pasos a seguir tras el rechazo de los diputados a su Tratado de Retirada, ha insistido en que el Ejecutivo está decidido a mantener "prácticamente en los mismos términos" los derechos de los ciudadanos comunitarios, tanto si hay acuerdo como si no el próximo 29 de marzo.
En un aparente guiño a la UE, de la que busca nuevas "garantías" que le permitan sortear la oposición interna, May ha anunciado la eliminación de la tasa para los ciudadanos comunitarios, de tal forma que el dinero no pueda ser una barrera para garantizarse la residencia. Quienes ya hayan pedido dicho estatus podrán solicitar el reembolso de las 65 libras.