La jefa del Gobierno recibirá a algunos de los afectados en su residencia oficial de Downing Street, tras presidir una reunión con representantes de distintos ministerios para evaluar la situación de cientos de personas que han quedado sin hogar tras la tragedia.
Al menos 30 personas murieron por el incendio, declarado en la madrugada del miércoles, pero los medios locales estiman que la cifra total puede elevarse a 70 porque muchos residentes quedaron atrapados por la intensidad de las llamas.
May fue duramente criticada por los residentes por haber acudido al lugar el mismo miércoles para hablar con los servicios de emergencia pero sin hacerlo con los afectados.
Ante la creciente indignación de los vecinos, May volvió ayer al lugar pero fue recibida con gritos de rechazo.
"Esta mañana, la primera ministra preside una reunión intergubernamental para asegurar que se hace todo lo posible para ayudar a los afectados por la tragedia de Grenfell. Después, ella se reunirá con un grupo de residentes, víctimas, voluntarios y líderes comunitarios en el número 10 (de Downing Street)", señaló un portavoz de la jefa del Gobierno conservadora.
El Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) de Inglaterra informó de que 19 personas permanecen aún hospitalizadas, de las que 10 están en estado crítico.
Los bomberos continúan hoy trabajando en el interior del edificio, que quedó destruido por las llamas.
Ante el malestar de los vecinos, hubo anoche una manifestación por el centro de Londres para expresar su frustración por la que consideran insuficiente respuesta del Gobierno.
En unas declaraciones anoche a la BBC, May dijo que se trató de un incendio "horrible" y una "experiencia aterradora" para los residentes, al tiempo que prometió hacer todo lo posible para ayudar a los residentes que se han quedado sin hogar.
La primera ministra anunció ayer que se destinarán cinco millones de libras (unos 5,7 millones de euros) a facilitar ayuda de emergencia a las víctimas del incendio del pasado miércoles.