Con anterioridad a esta cita, May ha subrayado que es hora de "actuar", pues tanto Londres como Bruselas saben que "el reloj se mueve" en la negociación para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La líder conservadora defendió la propuesta "sin precedentes" incluida en el Libro Blanco que remitió a la UE, donde se contempla la creación de un mercado común de bienes británico-comunitario con cierta armonización regulatoria y una estrecha colaboración en seguridad.
"Es un 'brexit' con principios y práctico que es del interés mutuo del Reino Unido y la UE, pero requerirá pragmatismo de ambas partes", ha manifestado, después de que el negociador jefe europeo, Michel Barnier, indicara el viernes que hay aspectos de la iniciativa que considera inviables.
Se trata de la última reunión del gabinete de ministros antes del receso veraniego del Parlamento, que empieza mañana una vez que los diputados aprobaron la semana pasada los proyectos de ley de Comercio y Aduanas, claves para el proceso de "brexit".
May ha elegido la localidad de Gateshead, vecina a Newcastle, en el noreste inglés, donde el gabinete realizará varias visitas, para escenificar el potencial de crecimiento del Reino Unido después de que abandone el bloque comunitario.
Aunque el Parlamento acaba mañana su actividad, hasta septiembre, la jefa del Gobierno y varios de sus ministros mantendrán las reuniones con colegas europeos durante el verano, ha indicado Downing Street.
Junto con la reticencia de Bruselas, May se enfrenta a la oposición a su plan de un sector de su propio partido, donde los partidarios de un "brexit" duro o ruptura total con la UE presionan para dejar el bloque sin ningún tipo de acuerdo bilateral.