Al menos 13 personas han muerto, entre ellos diputados y militares, en un doble atentado perpetrado por el grupo yihadista Al Shabab contra el hotel Sahafi en Mogadiscio, informaron fuentes de seguridad.
El exjefe de las fuerzas armadas somalíes Abdikarin Dhegabadan, varios diputados y el gerente del hotel se encuentran entre los muertos. Las fuerzas de seguridad somalíes aseguran que el ataque, que comenzó sobre la medianoche, está ya "bajo control", aunque todavía se escuchan disparos y bombardeos en el interior del complejo.
"Las fuerzas especiales de la Agencia Nacional de Inteligencia y Seguridad de Somalia (NISA, en sus siglas inglesas) han logrado controlar la situación y ahora están buscando a supuestos terroristas. No hay tropas extranjeras involucradas", precisó el organismo en su cuenta de Twitter.
La operación prosigue con la búsqueda de víctimas bajo los escombros del hotel, por lo que agentes de seguridad temen que el número de muertos aumente, indicó el general Ibrahim Moalin Tagaysa. Más de 20 personas que resultaron heridas en el ataque fueron trasladadas a hospitales en Mogadiscio, según la emisora Radio Alfurqaan.
El presidente de Somalia, Hassan Shiekh Mohamud, condenó el ataque y amenazó con lanzar una ofensiva contra el grupo yihadista. "Matar a gente inocente no es un acto del islam, debemos eliminar a estos lobos", dijo el presidente somalí.
El grupo terrorista Al-Shabab, afiliado a Al Qaeda, se atribuyó de inmediato la responsabilidad del doble ataque.
Un coche bomba explotó fuera del hotel de Mogadiscio, utilizado a menudo por legisladores y funcionarios del gobierno somalí, así como por visitantes extranjeros y periodistas. El hotel Sahafi está también a poca distancia de la sede del Departamento de Investigación Criminal de la Policía de Somalia. Una segunda explosión seguida de disparos se escuchó posteriormente.
La milicia islamista Al Shabab, que anunció en 2012 su adhesión formal a Al Qaeda, lucha para instaurar un estado islámico de corte wahabí en Somalia. El país africano vive en situación de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.