Los muertos son dos cascos azules de Guinea Conakry y un empleado civil de la base, ubicada en el norte de Mali, y entre los heridos hay al menos tres en estado grave.
El ataque fue perpetrado con cohetes y ahora la ciudad se encuentra en estado de alerta, con avisos a la población que trabaja en la zona del aeropuerto para que no salga de sus casas, explicó un ingeniero que trabaja en la zona.
Kidal se considera la "capital de los tuaregs" y escapa de facto a la autoridad del gobierno central, al estar controlada por grupos separatistas que imponen su ley.
Aunque la mayoría de estos grupos separatistas han firmado un acuerdo de paz con el Gobierno maliense, a él se opone Ansar Dine, una importante facción dirigida por el histórico Iyad Ag Ghali, que en los últimos años se ha aliado en varias ocasiones con grupos yihadistas locales.
El ataque de anoche se produce una semana después del perpetrado contra el hotel Blu Radisson de Bamako, reivindicado por grupos yihadistas y que se saldó con veinte muertos entre los clientes del establecimiento, además de dos asaltantes abatidos por las fuerzas de seguridad.
En consecuencia, el Gobierno alemán anunció el envío de 650 militares a Mali para apoyar los esfuerzos de Francia en su lucha contra el yihadismo en el Sahel.