En Virginia, en Estados Unidos, está la sede de la CIA (el famoso servicio de inteligencia estadounidense),, donde en el exterior del edificio hay una escultura, llamada Kryptos, que contiene un código secreto que ni los mejores criptólogos del mundo han conseguido descifrar en décadas.
El responsable de este misterio es el artista Jim Sanborn. A finales de los años 80 le encargaron crear una escultura para la sede de la CIA y sabiendo que algunos de los principales funcionarios de inteligencia del mundo la verían prácticamente a diario, decidió crear un código con la ayuda de un antiguo miembro precisamente de la CIA. Todo esto, pensando que en sólo un par de semanas alguien lo descifraría.
La escultura es una gran pantalla curva llena de letras. Dice el artista que cortó a mano casi 2.000 letras y que el texto contiene cuatro mensajes codificados que juntos forman un enigma, que en 30 años nadie ha sido capaz de resolver.