"Es un placer que, tras años difíciles, sobre todo el año pasado y éste, se hayan creado muchos puestos de trabajo y se haya recuperado el crecimiento", manifestó Merkel en una rueda de prensa junto al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tras una reunión bilateral en la Cancillería.
Merkel evitó apuntar a España como su socio principal en una Europa en la que crecen los populismos y rechazó hacer una "jerarquía" entre países aliados, pero resaltó la importancia de que Rajoy participara en la cumbre celebrada hoy con los mandatarios de EEUU, Francia, el Reino Unido e Italia y que después se quedara a almorzar con ella.
"Eso fue posible porque España vuelve a tener Gobierno y porque Mariano Rajoy ha vuelto a ser elegido", añadió.
La canciller reconoció que España aún tiene problemas, pero destacó los avances logrados y aseguró que son motivo de "gran satisfacción" para Berlín.
Destacó el "alto grado de coincidencia en ambiciones y posiciones" entre Alemania y España y el compromiso común de hacer todo lo posible para crear puestos de trabajo y controlar los flujos migratorios, prioridades de ambos países.
Tras insistir en que España es "un socio importante", subrayó la "confianza" que preside las relaciones bilaterales y los lazos económicos y comerciales que unen a los dos países.
Como ejemplo recordó la fuerte presencia de la industria automotriz alemana en España, que es además una puerta de entrada para las empresas germanas en el mercado como el latinoamericano, y reiteró el "gran interés" de Berlín en que el desarrollo español sea positivo.
