perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN)

Miles de colombianos salen a la calle para condenar el atentado contra la Policía en Bogotá

Miles de personas se han manifestado este domingo en las principales ciudades de Colombia bajo el lema "Colombia unida en contra del terrorismo" para rechazar el atentado contra una academia de la Policía perpetrado el jueves por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que dejó 21 muertos y 68 heridos.

ondacero.es

Madrid | (Publicado 20.01.2019 21:52 )

Los manifestantes han recorrido las calles de Bogotá con camisetas, globos y banderas blancas hasta concentrarse en la histórica plaza de Bolívar donde honraron la memoria de las víctimas con un minuto de silencio y ondeando pañuelo blancos. Actos similares se han repetido en Medellín, Cali y Barranquilla, entre otras.

"Hoy estamos acá como simples ciudadanos rechazando el terrorismo, rechazando la violencia, mostrándole al mundo que este país unido es invencible", ha afirmado el presidente de Colombia, Iván Duque, durante la marcha en Bogotá en declaraciones a Reuters.

El ataque del jueves contra la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander, el centro de formación de oficiales de la Policía Nacional, fue cometido con un coche bomba cargado con 80 kilos de explosivos. En este atentado, el más grave en los últimos 15 años, murieron el conductor del vehículo, miembro del ELN, y 20 cadetes, jóvenes de entre 18 y 23 años que aspiraban a convertirse en oficiales de la Policía Nacional.

"Colombia sí, terrorismo no", "No más policías ni militares muertos por el terrorismo", han coreado los participantes en la protesta, muchos de los cuales se acercaban a los policías para abrazarlos en señal de apoyo. "No quiero más violencia en mí país. No quiero más actos contra la Fuerza Pública ni contra cualquier civil. Es horrible lo que acabó de pasar", ha apuntado Erika Fajardo, estudiante universitaria de 23 años quien cubría su cuerpo con una bandera de Colombia.

Duque ha responsabilizado del ataque al ELN y ha instado a Cuba a capturar a diez dirigentes del grupo que se encuentran en La Habana para ser extraditados a Colombia. "Esto que ocurrió no es una diferencia, es un acto criminal, un crimen de lesa humanidad y por lo tanto esperamos que el gobierno cubano pueda entregar a esos delincuentes", ha argumentado el presidente colombiano durante la marcha.

Sin embargo, Cuba ha rechazado la petición de Duque y ha anunciado que actuará en estricto respeto a los Protocolos del Diálogo de Paz firmados entre el Gobierno de Colombia y el ELN, incluido el relativo a la posible ruptura de la negociación.

Los protocolos brindan garantías mínimas de seguridad a los líderes guerrilleros para regresar a zonas montañosas o selváticas de Colombia, poniéndolos a salvo de operaciones militares durante un determinado tiempo acordado previamente.

Cuba ha sido durante meses sede de las conversaciones de paz entre el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y el ELN, por lo que varios negociadores del grupo permanecen en el país caribeño a la espera de una reactivación de los diálogos.

Sin embargo, desde que asumió el poder en agosto, Duque ha advertido que su gobierno solo dialogará con ese grupo rebelde cuando libere a las personas que mantiene secuestradas y suspenda los ataques contra la infraestructura económica y las Fuerzas Armadas, demandas que la guerrilla ha rechazado.

Las discrepancias entre las partes han despertado el temor a un incremento de la violencia con una mayor ofensiva militar contra el ELN y de ataques de la guerrilla contra la infraestructura económica y las Fuerzas Armadas.

El ELN, que tiene unos 2.000 combatientes y está considerada organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea. El grupo rebelde, fundado por sacerdotes católicos en 1964 e inspirado en la revolución cubana, no ha reivindicado el ataque hasta el momento.

Los ataques con coche bomba --frecuentes en Colombia durante el más de medio siglo de conflicto armado que ha dejado 260.000 muertos-- habían disminuido en parte gracias el acuerdo de paz firmado en 2016 para la desmovilización de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).