Esto es muy inferior a lo que la ley permite a los padres en Japón. Ambos progenitores pueden tomarse hasta un año de permiso con periodos adicionales de seis meses si no encuentran guardería disponible.
En el papel suena bien, pero solo un 6% de los hombres lo pide y de los que lo piden el 70% solo disfruta menos de dos semanas.
En Japón tienen hasta una palabra para definir el acoso que sufren los hombres que se cogen un permiso paternal: “pata-hara”.
De ahí lo revolucionario del gesto del ministro.