Los ministros del Interior y Transporte de nueve países europeos, entre ellos España, se reúnen este sábado en París para discutir si hacen falta nuevas medidas de seguridad en los trenes internacionales tras el ataque frustrado en el Thalys entre Amsterdam y París el pasado 21 de agosto y cómo estrechar la cooperación frente a la amenaza terrorista.
El autor del tiroteo frustrado, identificado como el ciudadano marroquí Ayub el Khazzani, de 26 años, subió al tren desde la estación bruselense de Midi armado con un cúter, una pistola y un fusil AK-47 y consiguió herir a tres personas, antes de ser reducido por los propios pasajeros. Además era conocido por su radicalización por los servicios secretos de varios países, entre ellos España y Bélgica, aunque este país por ejemplo consideraba que planteaba un riesgo "bajo".
Los ministros del Interior y Transporte de Francia, España, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Italia y Suiza participarán en la reunión ministerial urgente sobre la cooperación transfronteriza contra el terrorismo y la seguridad ferroviaria organizada por el Ejecutivo galo este sábado.
El coordinador antiterrorista de la UE, Gilles de Kerchove, así como los comisarios del Transporte y del Interior, Violeta Bulc y Dimitri Avramopoulous, también participarán en la reunión, que arranca formalmente a las 16.00 horas en la sede del Ministerio del Interior francés.
La Comisión Europea ya ha dejado claro que el espacio sin fronteras Schengen, que permitió eliminar las fronteras internas, no es negociable y ofrece la suficiente flexibilidad para garantizar la seguridad.
El Ejecutivo comunitario estudia medidas para afianzar la seguridad en los trenes de alta velocidad en la UE como el refuerzo de los controles de seguridad, la introducción de cámaras de seguridad en los trenes y arcos de detección de metales o escáneres corporales en las estaciones, pero también garantizar una formación en seguridad para el personal ferroviario, según han avanzado fuentes comunitarias.
El Ejecutivo comunitario valora especialmente el ejemplo de los arcos de seguridad instalados en las estaciones de AVE en España. "Los arcos en las estaciones en España, especialmente en el AVE, son un buen ejemplo que se podría seguir", han explicado fuentes comunitarias, que han defendido que parte de los costes de estas medidas de seguridad adicional los asumirían los operadores y repercutirían en el precio de los billetes que pagan los usuarios.
Asimismo, está "abierto" a discutir un sistema de registro de pasajeros ferroviario, a semejanza del propuesto para los pasajeros aéreos para la lucha antiterrorista aunque avisa de que "tendrá un coste para los operadores" o incluso "otras ideas" como los agentes de seguridad aérea encubiertos que han llegado a estar operativos en "tres países", según fuentes comunitarias.
Por lo que se refiere a los controles, según la normativa del Código de Fronteras Schengen, la supresión del control en las fronteras interiores "no afectará al ejercicio de las competencias de policía de las autoridades competentes de los estados miembros en virtud de su Derecho interno" y las inspecciones, incluido en las zonas fronterizas, se autorizan siempre que no tengan "un efecto equivalente a las inspecciones fronterizas".
Las inspecciones son posibles si no tienen como objetivo el control de la frontera y están basadas en información y experiencia policiales de carácter general sobre posibles amenazas a la seguridad pública y si están destinadas a combatir el crimen transfronterizo. Igualmente, si se conciben y se ejecutan de forma diferenciada de las inspecciones sistemáticas de personas en las fronteras externas o cuando se hacen de forma aleatoria.