A las 10.41 hora local (09.41 GMT), momento en que se produjo el impacto del avión contra una ladera alpina, los familiares desplazados al sur de Francia para los actos de homenaje iniciaron el homenaje acompañados por los vecinos del pequeño pueblo de Le Vernet, que ya demostraron su solidaridad durante los días posteriores a la catástrofe.
Más de una decena de autobuses trasladaron a las familias desde Marsella (sur de Francia), donde ayer se celebró una conmemoración, hasta Le Vernet, aunque finalmente solo unas ochenta personas podrán acercarse a pie hasta el lugar exacto de la colisión, a través de un camino forestal en mal estado por las recientes lluvias.
Allí está previsto que depositen una corona de flores en memoria de los fallecidos en la colisión, provocada de manera intencionada por el copiloto del avión, el alemán Andreas Lubitz, que dirigió el aparato a tierra tras encerrarse en la cabina de mando.
Está previsto que sobre las 19.00 hora local (18.00 GMT) los familiares de las víctimas, en su mayoría alemanes y españoles, regresen a Marsella para desde allí volver a sus países.
Los allegados de las víctimas pidieron expresamente que no se tomen imágenes del acto de homenaje, según detalló esta semana en conferencia de prensa el prefecto del departamento de Alpes-de-Haute-Provence, Bernard Guérin.
En la víspera de este primer aniversario, el aeropuerto barcelonés de El Prat fue ayer escenario de otro homenaje en el que participaron el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont.
En ese mismo acto, la Asociación de Afectados del Vuelo GWI 9525 instó a evitar que "vuelvan a repetirse accidentes de esta índole mejorando las medidas de seguridad que, desgraciadamente, fallaron".
En Düsseldorf (Alemania) también está prevista hoy la colocación de una placa conmemorativa.
Tras el accidente, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) recomendó la presencia permanente de dos miembros del equipaje en la cabina.
Las recomendaciones del informe final sobre seguridad del organismo francés encargado de las pesquisas, difundidas el pasado 13 de marzo, se centraron en el refuerzo del control médico de los pilotos.
Entre otros puntos, la Oficina de Investigación y Análisis de Francia (BEA) instó a que se exija un seguimiento médico a aquellos pilotos con antecedentes psicológicos o psiquiátricos y a que se alcance un "mejor equilibrio" entre el mantenimiento del secreto médico y la seguridad pública.