Minutos antes de hacerse pública oficialmente la localización del cadáver, en la vivienda donde estaban acogidos desde hace varios días los padres del niño se han escuchado gritos de "¡otra vez no!, ¡otra vez no!", posiblemente en referencia al otro hijo, de 3 años, hermano mayor de Julen, que la pareja perdió hace pocos años.
Diversos informadores que se encontraban en las inmediaciones de la vivienda han tenido que abandonar el lugar precipitadamente, llevados por la fuerte tensión que vivían los padres del niño y las personas que les acompañaban.
Los padres de Julen, que han recibido apoyo psicológico durante el tiempo en que los equipos de rescate han estado buscando a su hijo, han sufrido una fuerte tensión que ha hecho que José Roselló, padre del pequeño, tuviera que ser atendido por los servicios sanitarios la pasada noche debido a un ataque de ansiedad.