Con el 98,19 por ciento de los votos escrutados, Morales logra 2,83 millones de sufragios, lo que representa el 46,8 por ciento de las papeletas, frente a los 2,22 millones de apoyos que obtiene Mesa, un 36,73 por ciento del total.
Estos resultados confirmados por el Tribunal Supremo Electoral implican una ventaja de 10,07 puntos porcentuales, lo que supone de hecho que no habrá segunda vuelta en las presidenciales, toda vez que la legislación electoral de Bolivia establece que si la ventaja del candidato más votado frente al segundo supera los diez puntos porcentuales, no se celebra una segunda ronda de los comicios.
Ante la polémica creada por las denuncias de fraude por parte de la oposición y por el retraso en la transmisión de resultados electorales, tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) como la Conferencia Episcopal de Bolivia han pedido a las autoridades que se celebre una segunda vuelta en las presidenciales como forma de superar la crisis electoral, teniendo en cuenta que la ventaja de diez puntos se ha superado por escasas décimas.
"En sintonía con los informes y pronunciamientos de organismos internacionales, como la OEA y la Unión Europea y la opinión expresada por el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, monseñor Ricardo Centellas, consideramos que una segunda vuelta, con una supervisión imparcial, constituye la mejor salida democrática al momento que vivimos", afirmó en un comunicado el secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia, el monseñor Aurelio Pesoa.