A los mil días de guerra, Ucrania ha utilizado los misiles de Estados Unidos sobre territorio ruso. Así lo ha confirmado el Ministerio de Defensa de Rusia que ha asegurado que las Fuerzas Armadas ucranianas atacaron durante la noche la región de Brians con misiles de largo alcance ATACMS, días después de que el Gobierno de Estados Unidos diese luz verde a la utilización de estos proyectiles fuera de las fronteras de Ucrania.
El Ministerio ha informado del disparo en torno a las 3.25 (hora local) de al menos seis misiles, cinco de los cuales fueron derribados por los sistemas de defensa antiaérea rusos. El ataque no ha dejado daños personales, si bien restos de misiles sí cayeron en una instalación militar y provocaron un incendio, según la versión oficial de Moscú, recogida por la agencia TASS.
Biden permite usar los misiles
Durante el fin de semana, el presidente de EEUU, Joe Biden, autorizó a Ucrania a emplear armamento estadounidense de largo alcance contra Rusia. Hablamos, pues, de un cambio en la estrategia con el que Biden buscaba ser disuasorio frente a Corea del Norte para que no enviase más tropas a Rusia y percibiera que la presencia en la zona es un "costoso" error, según una de las fuentes del 'Washington Post'.
Este armamento estaba hasta ahora vetado por temor a una escalada, y es especialmente relevante porque esta decisión se ha tomado a menos de dos meses del relevo en la Casa Blanca tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Trump ha prometido poner fin a la guerra en Ucrania.
La autorización "va a tener un efecto muy específico y limitado" en el campo de batalla para evitar una posible escalada, según otra fuente de 'The Washington Post'.
Qué son los misiles de largo alcance de EEUU
Los misiles tácticos de largo alcance ATACMS (Army Tactical Missile System, por sus siglas en inglés) son un sistema de ataque superficie-superficie de alta precisión fabricado por Lockheed Martin. Diseñados originalmente para operar con gran efectividad en conflictos como la operación Tormenta del Desierto (1990-1991), estos misiles se han consolidado como una herramienta clave en el arsenal militar estadounidense.
Equipados con navegación inercial asistida por GPS y propulsados por combustible sólido, los ATACMS miden aproximadamente 4 metros de longitud, con un diámetro de casi 61 centímetros y una ojiva de 226 kilogramos de explosión fragmentada. Pueden ser lanzados desde plataformas como el sistema móvil HIMARS o la plataforma M270 de lanzamiento múltiple, lo que les otorga una gran versatilidad en el campo de batalla. Su capacidad de precisión y alcance los convierte en una herramienta estratégica para atacar objetivos de alto valor.
La respuesta de Putin
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha aprobado una doctrina nuclear que permite respuestas con armamento nuclear ante ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia.
La doctrina autoriza un ataque nuclear en caso de que el ataque convencional enemigo suponga "una amenaza crítica para la soberanía y (o) integridad territorial" de ambos países, que integran la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia.
El documento también considerará "ataque conjunto" la agresión de un país que carezca de armamento atómico, pero que tenga el respaldo de una potencia nuclear.
La doctrina, publicada en el portal de información legal del Estado ruso, amplía la categoría de alianzas militares contra las que Rusia aplicará la estrategia de disuasión nuclear.
"La agresión de cualquier Estado perteneciente a una coalición militar (bloque, alianza) contra la Federación de Rusia y (o) sus aliados es vista como una agresión de la coalición en su conjunto", señala.