El somalí Abdulhafid Yusuf Ibrahim, casado y padre de dos hijas, falleció el miércoles por la noche como consecuencia de las heridas sufridas por el coche bomba, que estalló cuando abandonaba la oficina del CICR en su propio automóvil.
"Estamos devastados por la pérdida de Abdulhafid, que era un valioso miembro de nuestro equipo en Somalia", afirmó el jefe de la delegación del Comité en ese país del Cuerno de África, Simon Brooks, en un comunicado emitido en Nairobi.
Otro miembro de la plantilla del CICR resultó herido de levedad por la explosión y se está recuperando, señaló la nota del Comité, que dice desconocer "las razones detrás del ataque". La Policía, en un principio, indicó que tres personas resultaron heridas por la explosión, incluido Ibrahim, según los medios locales.
Aunque nadie se ha atribuido, de momento, el ataque, el grupo yihadista somalí Al Shabab suele cometer a menudo atentados en la capital de Somalia contra objetivos de relevancia política, militar o social. La organización terrorista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país, y aspira a instaurar en Somalia un Estado islámico de corte wahabí.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.