Sucesos

Muere un niño de 6 años en México después de consumir bebida energética por error

El menor se intoxicó por la ingesta accidental de la bebida, empezó a convulsionar hasta que se desmayó y sufrió muerte cerebral.

ondacero.es

Madrid | 23.04.2022 17:06

Latas de bebida
Muere un niño de 6 años en México después de consumir bebida energética por error | Agencias

Después de estar una semana en coma, las autoridades de México han declarado que un niño de seis años ha muerto tras consumir accidentalmente una bebida energética con la ciudad de Matamoros, estado de Tamaulipas.

Según el medio local Hoy Tamaulipas, el menor, llamado Francisco, se encontraba en casa de sus abuelos cuando se produjo el accidente. Bebió de uno de los vasos de sus primos mayores, el cual contenía bebida energética, y empezó a notar molestias. Comenzó a convulsionar y se desmayó.

Lo trasladaron urgentemente al Hospital General Dr. Alfredo Pumarejo, donde los médicos le diagnosticaron una intoxicación a causa de la bebida ingerida, y alertaron a la familia para que se prepararan para lo peor. Allí pasó una semana en coma en estado de gravedad hasta que, finalmente, el pasado jueves 21 de abril por la mañana falleció.

Mucha gente quiso solidarizarse con la familia, y se han organizado donaciones por parte de la población de Tamaulipas. Una de las tías del pequeño, Cinthia Pardo, ha querido dar las gracias por todos los gestos de apoyo que han recibido en su perfil de Facebook: "Les agradezco a todas las personas que apoyaron y a las que siguen apoyando a mi prima. Dios las bendiga a todas, gracias por estar al pendiente".

El efecto de las bebidas energéticas en niños pequeños

Las bebidas energéticas son bebidas no alcohólicas formuladas con grandes cantidades de azúcar, cafeína, algún tipo de vitamina, extracto de hierbas y taurina, que es un potenciador de la cafeína.

Los niños son más vulnerables a sufrir las consecuencias negativas que conlleva consumir estas bebidas con sustancias nocivas para la salud, afectando sobre todo al sistema neurológico y cardiovascular. Pueden provocar trastorno del estado de ánimo, baja autoestima y depresión, nerviosismo o ansiedad, problemas de concentración, insomnio, empeoramiento del rendimiento escolar, y aumento de la tensión arterial.

Además de aumentar el riesgo de aparición de caries, diabetes, sobrepeso y obesidad infantil. Y si el consumo es habitual y prolongado en el tiempo, puede provocar daños microvasculares que pueden derivar a una enfermedad renal crónica.